sábado, 10 de diciembre de 2011

Bodegón

El bodegón es una disciplina compleja, exige un alto conocimiento de la iluminación de estudio, requiere de un equipo de luces bastante costoso.

Los bodegones los podemos entender de múltiples maneras, podemos hacer bodegones de comida, de complementos de moda, de material de oficina. Hemos de tenerlo todo previsto, antes siquiera de desenfundar la cámara, ya que en este tipo de fotografías la improvisación no es una buena aliada.

No es lo mismo un frasco de perfume para el catálogo de un gran almacén que el mismo frasco para la página dos de la revista Vogue. Todo depende de lo que queramos transmitir y de los recursos que tengamos para hacerlo.

Siguiendo una regla un poco general, se puede distinguir entre un par de tipos de bodegón: los sencillos, con iluminación global y un diseño poco elaborado, y los complejos, con un diseño mucho más cuidado y una iluminación múltiple más detallada. Podemos encontrar los primeros en revistas de venta por catálogo, por ejemplo; los segundos, en los anuncios publicitarios de una revista, sin ir más lejos.

Cuestión de iluminación

En iluminación, existen dos tipos de luz: luces duras y luces blandas. La luz dura es una luz intensa, y proyecta fuertes y profundas sombras sobre el bodegón. Puede ser útil para efectos dramáticos o fotografías de objetos a los que les vaya este tipo de luz, pero para retratos o bodegones suele ser un auténtico desastre.

La luz blanda es perfecta para el bodegón, Las sombras no son incómodas y por regla general la toma transmite la sensación de un mayor volumen. La luz blanda apenas produce sombras, consiguiendo tonos suaves y difuminados. Es muy indicada para el retrato y en los bodegones, justo donde queríamos llegar.

Estas luces las encontramos en flashes de cabezal móvil bien difuminados o, en su defecto, reflejados. En este caso, se tiene que apostar por el uso de luz continua difusa o reflejada, ya que rebotar un flash integrado en una compacta digital es un poco difícil.

Una de las mayores ventajas que hay a la hora de hacer bodegones es que se pueden realizar exposiciones largas sin miedo a que se escape el motivo a fotografiar. Por esta razón, se necesita un potente equipo de flashes. Un par de lámparas de oficina son suficientes. Todo depende de la pericia y del ojo fotográfico de cada persona.



No hay comentarios:

Publicar un comentario